Y que este tipo, al que no tenemos por hacker ni apasionado del streetwear, hubiese conseguido una de las prendas icónicas de la marca. Este año han querido rememorar los orígenes del club con una nueva camiseta rosa. La demanda fue interpuesta por el Grupo Arco Iris, de la comunidad LGBT, que cuestionó si la omisión del número en el uniforme oficial de la selección está relacionada con prejuicios homofóbicos.