La temporada finalmente acaba con el Almería en la 10.ª posición, la mejor de los últimos cuatro años, hecho que le hace volver a ganarse el respeto en la categoría, soñando con llegar a cotas más altas. A pesar de que la mayoría de la gente de Castro no tenía hijos, Milk consideraba que su barrio debía tener el potencial de dar la bienvenida a cualquiera. Nuevamente se recurre al técnico del filial Fran Fernández para que se haga cargo del equipo, aunque en está ocasión de forma fija hasta final de temporada, la cual logra salvar no sin apuros, consiguiendo una sufrida permanencia en la última jornada en el Anxo Carro tras el empatar 1-1 contra el CD Lugo.