Por último, y como es obvio, los establecimientos de venta añaden su margen de beneficio al precio de cada una de las camisetas que compran. Pese a ser una práctica que se extendió durante los regímenes dictatoriales en países como Argentina, Chile, Perú, Colombia o Uruguay (Amnistía Internacional, 1979), no acarrea una reacción proporcional entre los amigos, vecinos, compañeros de clase o del trabajo de las personas desaparecida, salvo algunas excepciones como las Madres de Plaza de Mayo en Buenos Aires.